Con una maleta, un pequeño manzano y el deseo de volver pronto, Betina deja atrás su casa para descansar del ruido de las bombas y del miedo que le provoca la guerra. Al llegar a su «nueva casa», se da cuenta de que nada es como se imaginaba. Norma, una niña más grande en la misma situación, será quien lo acompaño en esta historia, construyendo entre las dos una amistad que los permitirá hacer frente a las dificultades a las cuales sobreviven.

La casa més petita, pone en valor la relación entre iguales, un factor que va tomando peso, en términos evolutivos, a partir de los 6 años. Al interactuar con sus semblantes, los niños van descubriendo sus aptitudes y calidades, desarrollando de este modo su autoestima. El espectáculo refleja este aprendizaje desde la convivencia, de este modo las niñas y niños verán una realidad que se los es muy próxima y podrán analizarlas formas en las cuales las dos niñas se relacionan, comparándolo con su propia experiencia.